22 de mayo de 2010

Huerta para las masas...la aventura - Capítulo 7

Lechugas grandes, invernaderos terminados!

En esta etapa la contemplación es un acto constante. Cuando ya limpiaste la tierra, agregaste abonos naturales y sembraste, sentarse a contemplar el crecimiento de las plantas es maravilloso.

Semana a semana vas descubriendo nuevas y más grandes hojas, tallos más fuertes y los vivos colores que comienzan a inundar la huerta. Esta semana, por ejemplo, tuvimos que poner una cinta alrededor de las lechugas costina para que crezcan hacia arriba y no se desparramen hacia los lados. Están grandes!

Además, trasplantamos cuatro pequeños almácigos de apio que nos regaló una vecina mediera. Y, por último, terminamos el último túnel-invernadero, que decidimos hacerlo más grande y cubrir dos camas. Un clásico 2x1. Así, como pueden ver en la imágen superior derecha, nuestra chacra quedó completamente protejida de las heladas pre cordilleranas. Eso sí, nos preocupan los repollos que descubrimos con las hojas desmembradas. Víctor (uno de nuestros fantásticos guías y vecino) ya nos había advertido del magnetismo que tienen los brócolis y repollos con los insectos. Así que imaginamos que vamos a tener que comenzar a aplicarles  algunos insecticidas naturales (en base a ortiga o ajo).

Volviendo al acto de la contemplación, esta semana miré hacia mi alrededor y descubrí que los colores están inundando a las Huertas del Encuentro. Cebollas, lechugas, acelgas, habas, arvejas, betarragas y zanahorias crecen fuertes y sanas por doquier. Es un verdadero placer caminar alrededor de las multifacéticas huertas, donde además de las hortalizas y hierbas, el ingenio y creatividad son protagonistas.

Porque todo es válido (menos los químicos, por supuesto) al momento de crear tu huerta: botellas protegen los pequeños almácigos, grandes invernaderos comienzan a aparecer y formas de grandes soles nos acompañan en el diseño de las camas. El amor está en el aire!

En este capítulo, un homenaje desde el sector 1, cama 2, lado 1 norte a nuestros vecinos medieros y sus magnéticas y bellas huertas.

Las verdaderas Huertas del Encuentro

Buen día!
Fotos: menúparalasmasas

14 de mayo de 2010

Menú del día: Végépâté



A pedido de todos los afortunados que han probado esta deliciosa receta importada directamente desde Canadá por Richard, tengo el placer de contarles paso a paso la preparación del popular Végépâté, que podría traducirse como paté de verduras. Cocinar hoy tuvo una doble emoción, ya que se sumó a nuestra cocina Isidora, mi bella y risueña sobrina chica. Así que además de divertirnos mucho, comimos rico y regaloneamos todo este lluvioso y frío día de otoño.

Ingredientes:
1 cebolla
2 zanahorias
1 rama de apio
1 papa
2 dientes de ajo
1 zapallo italiano
1/2 pimentón
1 taza de lentejas
2 tazas de harina integral
1/2 taza semillas de maravillas
1/4 taza salsa de soya
2 cucharas de aceite de oliva
Perejil, albahaca, jengibre natural y salvia a gusto
Aliños (sal, pimienta, curry) a gusto

Preparación:
Aunque podría parecer una receta difícil de preparar, por la cantidad de ingredientes que tiene, este menú internacional es de lo más sencillo. En la práctica son tres sencillos pasos: lavar las verduras, lavar y cocinar las lentejas por 20 minutos y rallar todas las verduras en una fuente. Tal cual, ralla la cebolla (no apto para hipersensibles...je), zapallo, zanahorias, papa, pimentón, apio, ajo y jengibre.

Luego de mezclar todas las verduras ralladas en una fuente, agrega los ingredientes aromáticos picados bien finos: perejil, albahaca y salvia. Todo a gusto, pero con mucho cariño! A continuación, incorpora las lentejas, salsa de soya, aceite de oliva, semillas de maravilla, aliños y revuelve. Finalmente agrega la harina hasta que todos los ingredientes tomen una consistencia cremosa. 

En una fuente de vidrio o acero, previamente aceitada y enharinada, vierte la mezcla y cocina a baño María (la fuente se sumerge en un recipiente más grande lleno de agua) en el horno a temperatura media por 35 minutos. Luego de comprobar que la capa superior de nuestro végépâté está seca, seguir cocinando por 15 minutos más, ahora con la fuente directo al fuego para que se termine de cocinar la base.

Deja enfriar el recipiente a temperatura ambiente hasta que la preparación adquiera una consistencia más firme. Ahora que el végépâté está listo, tienes varias opciones para saborearlo: puedes cortarlo en pequeños trozos y servirlo como un aperitivo o acompañamiento de otro plato. O bien, puedes comerlo con una sabrosa ensalada o como base de un riquísimo sandwich con tomate, palta, lechuga, pepinillos y mostaza.

Buen día!
Fotos: Isidora/ menúparalasmasas

5 de mayo de 2010

Huerta para las masas... la aventura - Capítulo 6

Una panorámica de los invernaderos artesanales

Estos días he sentido algo bien especial, nuevo. Desde que comenzamos a trasplantar los almácigos en la tierra tengo una constante sensación de preocupación. Quiero saber cómo están las plantitas, si les falta agua o si el frío las está afectando. Por ejemplo, en este preciso momento me pregunto cómo estarán con la lluvia que comienza a caer. Como le comenté a una amiga entre risas, es como si estuviera criando a una guagua. Y eso si que es divertido, porque aún no soy mamá.

Cuando volvimos el martes a la huerta nuestra alegría fue enorme al verlas. Tanto las que se encontraban a la interperie como las que estaban cubiertas por plástico, estaban firmes y, creo, más grandes. Estoy chocha...je!

Según Richard, las lechugas, cebollas, puerros y acelgas que están en el invernadero se ven más fuertes y creo que tiene razón (de los ajos no tenemos idea, porque siguen bajo tierra). Es por eso que nuevamente nos dividimos las labores y él se preocupó se seguir avanzando en la construcción de los túneles y yo en seguir trasplantando.

En esta oportunidad fue el turno de las zanahorias, cibulet y más cebollas. Llevo dos jornadas completas dedicadas a esta labor y la verdad es bastante agotadora. Los angostos pasillos -de menos de 30 cms. de ancho- que dejamos entre las camas no permiten sentarse en el suelo. Entonces no queda más que arrodillarse o ponerse en cuclillas a trasplantar. Posición fatal para mi, ya que a los cinco minutos me comienzan a doler las rodillas y espalda (región lumbar media, para ser más precisa) En consecuencia, estos días he tenido un dolor de espalda constante bastante molesto. Algún consejo?

Por su parte, Richard se ha concentrado en el diseño y la recolección de materiales para confeccionar los cuatro invernaderos tipo túnel que estamos instalando en cada cama. En primer lugar armó los arcos que hizo con ramas de árboles podados que encontró en la calle. Luego forró las ramas con retazos de tela (los mismos del cerco y que encontró botados en avenida Portugal), con el fin de que el plástico no se rompa con el roce (este hombre piensa en todo!) Y, por último, puso el plástico, que lamentablemente tuvimos que comprar.

El primer túnel no resultó tan bien como esperábamos. En teoría hacer este diseño parece más sencillo de lo que es. Pero el segundo mejoró 100%. Como podrán ver en la foto superior, la tensión del plástico no es óptima, pero tampoco la necesitamos. Porque más que un tema estético, nuestra preocupación es mantener la siembra protejida de las heladas que azotan a esta zona pre cordillerana.

Aún nos quedan dos túneles más por hacer y una cama completa por sembrar. Así que el trabajo continúa…

Las hortalizas están creciendo fuertes en los túneles


1 de mayo de 2010

Menú del día: Porotos con riendas casi orgánicos



Debo ser sincera, estuve a punto de no compartir con ustedes este menú. Notan que la foto está un poco fuera de foco? Yo sí y creo que ustedes también. Ese pequeño detalle (que para los puristas de la imagen podría ser fatal..je) es el que me impedía continuar. Porque desde que tenemos una nueva cámara en casa y he logrado tomar increíbles imágenes de las recetas, me rehuso a subir fotos como esta (la toma fue de noche con muy poca luz). Pero que más da, estos porotos con riendas quedaron deliciosos y compartir con ustedes la experiencia me supera. 
Bueno, les cuento que los porotos los trajimos desde Horcón, Valle de Elqui (IV Región). Son de la variedad clavel de cordillera y son 100% orgánicos. El frío de comienzos de otoño me iluminó a preparar unos cremosos y suculentos porotos con riendas. Y cuando digo que son casi orgánicos, es porque todos los ingredientes que utilicé lo son, menos los tallarines. Un gran avance, no?


Los exóticos porotos clavel de cordillera 

Ingredientes:
2 tazas de porotos de la temporada
1 cebolla grande
1 trozo de zapallo 
Media acelga
Medio paquete de tallarines delgados
Aliños (comino, sal, pimienta, merkén, paprika)


Preparación:
A diferencia de los porotos frescos de verano, es muy importante que dejen remojando de un día para otro estas variedades de guarda. En Chile los conocemos como porotos burros. Luego de pasar por lo menos una noche en agua, hay que lavarlos y cocinarlos en olla a presión por lo menos 40 minutos (sin sal, ya que impide su normal cocción) y con los trozos de zapallo.
Mientras la olla comienza a anunciar la ebullición (recuerden bajar la llama del fuego cuando comience la presión), debemos pelar y cortar la cebolla en cuadritos y la acelga en finas tiras. Cuando comprueben que los porotos están a punto, agreguen a la olla la cebolla, acelga, tallarines y aliños. Si notan que la cantidad de agua no es suficiente, agreguen un poco más, idealmente hervida. Tapen nuevamente la olla y cocinen por 10 minutos más hasta que todos los ingredientes se mezclen y formen una consistencia cremosa.


Buen día!
Foto: menúparalasmasas