27 de abril de 2010

Huerta para las masas... la aventura - Capítulo 5

Llegaron las lechugas, ajos y cebollas!

Han pasado casi dos meses desde que encontramos nuestro pedazo de tierra en medio de la ciudad. Y por fin, luego de largas jornadas de trabajo y aprendizaje, podemos contarles que sembramos nuestras primeras verduras. Más bien trasplantamos, ya que hasta el momento solo hemos puesto hortalizas que germinaron en almácigos. Este sistema tiene varios beneficios, ya que permite ahorrar semillas y tener un mayor cuidado de las plantitas en su primera etapa de desarrollo, sobre todo cuando las semillas son pequeñas. En esta oportunidad preferimos comprar los almácigos, ya que no tuvimos el tiempo suficiente para prepararlos (si están interesados, pueden ir por los suyos al invernadero de la Aldea del Encuentro)

Luego de 6 intensas horas de trabajo, logramos trasplantar 16 lechugas (de cuatro variedades), 5 acelgas, 14 dientes de ajo (sí, por cada diente de ajo crece una cabeza completa), 6 betarragas, 2 repollos, 3 brócoli, 5 puerros y 4 cebollas. Como queremos que nuestra huerta sea lo más intensiva posible, aún nos faltan las zanahorias, perejil, coliflor, cilantro, espinaca, rúcula, cibulet y más cebollas y lechugas.  

Además, siguiendo los consejos de los expertos, también sembramos nuestras 2 primeras plantas medicinales en las esquinas: una borraja y una salvia. Tanto las medicinales como las flores son una barrera natural para el control de insectos (deseables o indeseables)

Al mirar las fotografías se preguntarán por qué colocamos hojas de diario y paja en medio de las pequeñas plantas. La respuesta es simple: seguimos los mejores consejos, a nuestro parecer, de expertos que encontramos en libros, videos y muchas otras fuentes. Experimentación in situ.

En este camino, uno de nuestros iluminadores ha sido Bill Mollison. Considerado el precursor de la permacultura, este australiano creó un amplio sistema que abarca la agricultura y estilo de vida sostenibles. Siguiendo sus simples y prácticos consejos, como tapar las plantas con hojas de diario y paja, mantendremos mucho mejor la humedad de la tierra y no será necesario regarla más que una o dos veces por semana. Además, y esto sí que es muy importante, mantendremos a raya a las malas hierbas!

La próxima semana les cuento más sobre el cierre tipo invernadero que estamos planificando (y que ya pueden ver en las imágenes superiores) para que nuestras verduras crezcan fuertes y sabrosas. Ahora necesito descansar, ya que la tierra y tanta emoción me agotaron...

Las etapas de la siembra: tierra, papel, paja

Buen día!
Fotos: menúparalamasas

26 de abril de 2010

Menú del día: Lasaña de quinoa



Este sí que fue un gran almuerzo de sábado. Mi día comenzó en la huerta, donde recibí la visita de mi amiga Myriam. Luego nos fuimos de paseo por la Feria Orgánica (que aprovecho de recordarles se instala todos los sábados en la misma Aldea del Encuentro de La Reina), donde encontramos deliciosas verduras para el almuerzo y una generosa bolsa de quinoa. Lo más importante de todo, a muy buen precio!
Luego nos fuimos a su casa a preparar el menú del día que surgió en el camino: una cálida crema de zapallo y de fondo lasaña de quinoa, receta que ninguna de las dos había preparado antes y que en mi caso jamás había tenido el placer de comer. Así que manos a la obra.

Ingredientes:
3 tazas de quinoa lavada
2 zapallos italianos
2 zanahorias
1 cebolla
2 dientes de ajo
5 tomates maduros
Aliños (sal, pimienta, curry, merkén)

Preparación:
En primer lugar tienes que lavar la quinoa, con mucha paciencia y dedicación. Porque encontrarse con pequeñas piedras o palos mientras comes no es nada agradable, menos para tus dientes. Así que en esta ocasión la tarea recayó en mi buena amiga, mientras yo me dedicaba a pelar y cortar todas las verduras en pequeños cubos. Mientras la quinoa se cocinaba, Myriam peló y troceó el suave y dulce zapallo butternut que llevamos a casa. Trozos que luego salteó junto a una generosa cantidad de ajo en la olla y que luego de agregar agua dejó cocinar por unos 15 a 20 minutos. 

Con las verduras preparamos un abundante salteado que aliñamos con todas las especies y que intentamos quedara lo más jugoso posible. Finalmente armamos nuestra exótica lasaña: una capa de salsa, otra de quinoa bien compacta, otra de salsa y la última capa de quinoa. Para el toque final agregamos una fina capa de queso en trozo rallado. Las dos fuentes que armamos las llevamos al horno por 10 minutos hasta gratinar.

El banquete estaba listo, solo quedaba licuar el zapallo para convertirlo en una cremosa sopa que servimos con pimienta molida y pequeños trozos de nueces. A la altura de nuestra entrada y plato de fondo estuvo la ensalada: una sabrosa mezcla de tomates cherry rojos y amarillos, con un toque de aceite de oliva y sal.



Buen día!
Fotos: Myriam Salazar y menúparalasmasas 




19 de abril de 2010

Menú para las masas cumple 3 años!!!




Amigos, hace exactamente tres años inauguré este espacio con el fin de compartir mi experiencia en el mundo de la cocina vegetariana. La idea es sencilla, ya que las recetas son fiel reflejo de mi alimentación diaria, que se basa en la simplicidad, nutrición balanceada, color, sabor y mucho amor. Pero además me he tomado la libertad de compartir  con ustedes diversos datos que he descubierto en mi proceso de reeducación alimentaria. 

Ya han pasado diez años desde que tomé la decisión de cambiar por completo mi alimentación y dejar atrás el consumo de carne y productos derivados. Dejar de comer carne fue lo más fácil, ya que mi cuerpo aceptó feliz la eliminación de las proteínas animales de mi dieta. Pero lo realmente difícil ha sido conocer el cruel y depredador negocio de la industria ganadera. 

Si bien en estos diez años no he realizado una cruzada intentando convertir a más personas al vegetarianismo, siempre he estado dispuesta a explicar las razones que me llevaron a realizar este radical cambio en mi dieta y a divulgar sus inigualables beneficios, sobre todo en nuestra salud. 

Porque para mi, ser vegetariana es un estilo de vida que no se reduce en comer lechugas y zanahorias, como muchos se esfuerzan en pensar. Es un compromiso con el medio ambiente y con todos los seres vivos que nos rodean. En ese ámbito se enmarca nuestra aventura de la Huerta para las masas. 

Así que en este tercer cumpleaños de Menú para las masas los invito a reflexionar, a conocer más sobre los beneficios del vegetarianismo y, sobre todo, a comer sano, rico y con mucha conciencia. 

Buen día!
Foto: menúparalasmasas


16 de abril de 2010

Huerta para las masas... la aventura - Capítulo 4

        Antes y después... el trabajo va tomando cuerpo
Cercos (morado) y cintas de riego por goteo (negro)

Una semana intensa ha sido esta. Finalmente pusimos el guano en la tierra, cercamos completamente la huerta, hicimos los surcos (por donde caminaremos) de nuestra cama y terminanos de instalar el riego por goteo. Estamos orgullosos, porque además de lo linda que se ve (notaron el color de los cercos?), nuestra tierra ya está lista para recibir las semillas y almácigos que se convertirán en nuestra primera cosecha en un par de meses. Es cierto, la próxima semana pondremos recién el compost o abono natural a base de residuos orgánicos, pero estamos realmente impacientes.

Como si tanta emoción no fuese suficiente, participamos en un bello taller que se realizó en la Aldea sobre Agricultura Natural. El grupo que se instaló por dos semanas a hacer bolitas de arcilla -paciencia, de inmediato les cuento más detalles- me dejó sorprendida con la simplicidad de su acto y el poder de sus resultados.

En un plan permanente de reforestación de las ciudades, los seguidores de Masanobu Fukuoka llevan a la práctica su sistema de cultivo natural para mejorar la producción de la naturaleza con la menor intervención posible, a través un sistema que permite sustituir los clásicos métodos de agricultura científica u orgánica (para él ambas son invasivas): las bolitas de arcilla. Según sus propias palabras: "Es una filosofía para trabajar juntos con la naturaleza y no en contra, de observar prolongadamente y atentamente en lugar de trabajar mucho y descuidadamente, de considerar las plantas y los animales en todas sus funciones en lugar de tratar a los elementos como sistemas de un solo producto". 

En resumen, el método consiste en mezclar arcilla, un compuesto mineral que ayuda a mantener 5 veces la humedad (apenas recuerde el nombre, se los digo), fibra vegetal, variadas semillas y agua. Con esta mezcla se hacen las bolitas a mano (en este caso fueron más grandes que las originales para lograr que mantengan por mucho más tiempo su humedad), se dejan secar al sol y luego se tiran en la tierra. Con la primera lluvia germinarán las primeras semillas y comenzará el proceso natural de reforestación de la ciudad.

Al conocer este tipo de agricultura uno comienza a hacerse preguntas, a reflexionar sobre la tierra, las semillas y el lucrativo y terrorífico negocio de la alimentación. Eso sí, las ganas de seguir cuidando la tierra a través de pequeñas acciones, como hacer una huerta, son más fuertes que nunca.

Casi lo olvido: aprovechando la oportunidad a un costado de la huerta colocamos la mezcla suelta (no en forma de bolitas) de arcilla, fibra y semillas que nos regaló Víctor, uno de los impulsores del sistema de Agricultura Natural en Santiago. Esperemos a ver que pasa…

Buen día!
Fotos: menúparalasmasas

El método Fukuoka en plena acción



9 de abril de 2010

Menú del día: Tomaticán con papas doradas


Para los chilenos, decir pastel de choclo, cazuela, humitas o charquicán, significa viajar a través del tiempo y recordar nuestras comidas de infancia. Aromas, colores y sabores sublimes invaden de inmediato nuestros pensamientos y paladares. En esta categoría también se encuentra el tomaticán, una receta simple compuesta básicamente de choclo y tomate. Por supuesto en su versión clásica incluye carne picada, razón más que suficiente para preparar mi propia versión y volver a mi niñez.

Ingredientes:
1 taza de carne de soya en trozos (hidratada por 10 min.)
3 tomates grandes y maduros
2 choclos medianos 
1 zanahoria
1 zapallo italiano mediano
1 cebolla mediana
1 diente de ajo grande
Aliños (Laurel, pimienta, sal, merquén, comino)
10 papas pequeñas (acompañamiento)
Albahaca fresca

Preparación:
Cuando cocino con carne de soya siempre me preocupo de hidratarla de inmediato con agua caliente, porque no es agradable querer incorporarla a la preparación y encontrarla seca. Recuerden que luego de hidratarse por diez minutos tienen que lavarla con agua y estrujarla con las manos hasta botar todo el líquido. 
Volviendo a nuestra receta, a continuación tienes que pelar y desgranar los choclos. Puedes darle un pequeño hervor mientras pelas y troceas los tomates, zanahoria, zapallo italiano, ajo y cebolla (en pluma). 
En paralelo, lava las papas con piel (para el acompañamiento), las partes en dos y las cueces en bastante agua por 10-12 minutos aproximadamente.
En una olla sofríe el ajo y cebolla en un poco de aceite vegetal o de oliva. Agrega la zanahoria, zapallo italiano y las hojas de laurel. Revuelve por unos minutos e incorpora la carne de soya, el choclo y tomates picados. Cocina a llama baja para que el tomate suelte su jugo. Aliña y continua cocinando por un par de minutos más a llama baja y con tapa.
Una vez cocidas las papas (ojo, que no tienen que quedar blandas tipo puré), fríelas por ambos lados en un poco de aceite de oliva con pimienta en el sartén.
Cuando sirvas espolvorea albahaca fresca picada sobre todo el plato.

Buen día!
Foto: menúparalasmas

8 de abril de 2010

Huerta para las masas... la aventura - Capítulo 3

Tres momentos del trabajo en equipo

Comienza a asomarse con fuerza el otoño y el trabajo en la tierra se transforma por completo. Quizás para nosotros va a resultar un poco más complejo, pero estoy confiada en que la energía que estamos poniendo en nuestra huerta va a rendir frutos increíbles.

La siembra otoño-invierno -cual colección de moda- es mucho más ruda que la de la estación venidera. Por lo menos eso es lo que nos han dicho y así se olfatea al ver el trabajo de los otros medieros. Por ahora nosotros seguimos limpiando y preparando la tierra con el sudor de nuestra frente! Entretanto surgió una noticia inesperada para todos: gracias a un aporte externo el proyecto de Huertas Orgánicas podrá contar con el ansiado riego por goteo.

Si bien los materiales donados alcanzan para una tercera parte de las huertas del programa, estamos trabajando para que en un futuro cercano el sistema se pueda instalar por completo. Gracias a Ben, uno de los medieros, conocimos el funcionamiento del sistema que, a grandes rasgos, genera un importante ahorro de agua y permite controlar y localizar manualmente el regadío de cada huerta o cama, como se llama en el sistema de las medierías.

Hace dos semanas estamos trabajando en la instalación del sistema. En las tres jornadas que llevamos, hemos comenzado a familiarizarnos con los ductos principales y secundarioscintas de riego (manguera de un plástico un poco más gruesa que la bolsa de basura negra y que cada 20 cms. tiene orificios), conectores, reductores de presión y muchos otros implementos necesarios para su funcionamiento. 

Tendinitis de por medio en el antebrazo derecho (sí, otra vez les recuerdo que el trabajo en la tierra no es tan romántico como parece. Y sí, en momentos he sacado más fotos que tomado la picota), comenzamos a hacer surcos en cada terreno por donde tienen que pasar las cañerías, cortamos tubos y pegamos conexiones, entre otras tareas. Aún nos queda trabajo por realizar, pero estamos expectantes de la primera prueba que haremos esta semana. Si todo resulta bien, pronto los primeros medieros comenzarán a despedirse de la manguera (el terror de las raíces!)

Nuestro trabajo en la tierra ha tomado un ritmo mucho más lento y la siembra se retrasará unas semanas más, pero la posibilidad de contar con nuestro propio sistema de riego “gota a gota” desde el comienzo es fantástica.

Buen día!
Fotos: menúparalasmasas

Ductos conectados... ahora viene la prueba de fuego