30 de abril de 2007

Vegetariana pero no tonta


Una de las cosas que más he aprendido siendo vegetariana es a buscar, probar y experimentar con los alimentos. Porque decir que los vegetarianos comemos sólo lechuga es pura ignorancia. O sea, vegetariana pero no tonta. Por ejemplo, ahora como una manzana (en cama, porque muy a mi pesar no soy inmune a los virus gripales), pero antes, al almuerzo, tomé una reconfortante crema de zapallo y comí un plato de canutones con verduras a la crema preparados por mi chef favorito. Delicioso.
Ahí está la gracia de todo esto: en olvidarse que comer es sinónimo de pérdida de tiempo y que por eso hay que alimentarse con lo que está al alcance de la mano, o sea, lo más rápido y llenador.
Es lo mismo que pasa con el cine o la música. El cinéfilo no pierde su tiempo en ir a ver una comedia gringa para ir a sentarse a reir comiendo cabritas. No pues, espera por una producción que valga la pena y la plata de la entrada. Lo mismo que con los melómanos: al momento de comprar un disco se busca el indicado, no el que es número 1 en ventas. DATO: escuchen Neon Bible, el segundo disco de Arcade Fire. Para pelos...
Para quienes gustan de clasificarlo todo les cuento que soy lacto- vegetariana. Esto significa que no como ningún tipo de carne (ni pollo, pavo, pescado o marisco), pero sí productos lacteos como la mantequilla o leche. Y con eso es más que suficiente para alimentarse sano y rico. No es sinónimo de pasar hambre.
Y bueno, como estoy resfriada y me comienza a doler la cabeza con la pantalla del compu, eso sería todo por hoy. Les debo la receta de los fritos de berenjena con puré con que nos deleitamos en nuestro menú dominical. Por ahora los dejó con la foto.
Buen día...y tómense una buena sobredosis de propóleo
Foto: llano

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