8 de diciembre de 2010

Menú del día: Batido de plátano y arándanos


Esta mañana me levanté con una idea fija en la cabeza. Y lo mejor de todo, es que tenía todos los ingredientes necesarios para hacer mi sueño realidad. Un rico batido de plátano y arándanos, especial para comenzar el día con color y sabor.

Ingredientes
1/2 litro de leche de soya (sin azúcar mucho mejor)
1 plátano
1 puñado o media taza de arándanos
1 cucharada de semillas de linaza

Preparación
Más fácil no puede ser. Pela el plátano, lava los arándanos y llévalos a la licuadora. Agrega  la leche de soya y semillas de linaza. Licúa hasta lograr esa maravillosa consistencia de batido. Sirve en un vaso, agrega algunos arándanos y disfruta.

Una muy buena idea es agregarle a tu granola matutina este delicioso batido, lleno de antioxidantes (arándanos), fibra y minerales (plátano), Omegas 3 y 6 (linaza) y calcio y vitamina B12 (leche de soya).

Buen día!
Foto: menúparalasmasas

5 de diciembre de 2010

Menú del día: Empanadas de pino vege



Esta es una receta que hace mucho tiempo quería preparar. No es la primera vez que hago empanadas, porque mi infancia estuvo ligada íntimamente con el pan, pasteles y empanadas. ¿La razón?: mi madre es una experta panadera y pastelera que por más de 20 años tuvo diversas amasanderías. Ahora está dedicada por completo a la repostería, pero sus enseñanzas me acompañan a donde vaya. De hecho, como es primera vez que quería preparar las tradicionales empanadas de pino chilenas sin ella, le pedí que me enviara la receta. A continuación, el resultado:


Ingredientes:
Masa
1 kilo de harina 
200-250 grs. de manteca vegetal (sí, existe!)
1 taza de agua con sal
1 cucharadita de polvos de hornear
1/2 taza de vino blanco o cerveza ("el toque secreto")


Pino
5 cebollas medianas
1 taza de carne de soya (no hidratada)
2 dientes de ajo
Especias (paprika, comino, pimienta, curry)
Aceite de oliva
Aceitunas
2 huevos duros (cocidos en agua)


Preparación:
Una muy buena idea para hacer empanadas, es contar con un compañero de cocina. Porque además de más divertida, la preparación es mucho más rápida: uno se encarga de la masa y el otro del pino. Si no cuentas con uno, da igual, porque igual será una gran experiencia.


El primer paso es calentar la manteca vegetal en un sartén. Luego arma un pequeño volcán de harina con los polvos de hornear incluidos. Agrega en el centro, con mucho cuidado y lentamente, la manteca y comienza a mezclar. Cuando tengas una masa arenosa, agrega la salmuera y el vino o cerveza. Corrige de agua hasta lograr una masa de consistencia firme y suave. Tapa y deja reposar por 15 minutos.


En paralelo pica las cebollas en pequeños cubos y sofríe junto a los ajos molidos a fuego medio en aceite de oliva. Revuelve y pasados cinco minutos baja el fuego y cocina hasta que la cebolla esté cristalina y jugosa. En otro sartén fríe la carne de soya, previamente hidratada en agua caliente por 10 minutos. Cuando ambos ingredientes estén listos, mezcla en un sólo sartén y condimenta con cariño (aquí la paprika y el comino son protagonistas). Cocina 5 a 7 minutos más y deja enfriar.


Ahora, manos a la obra! Toma pequeños trozos de masa y estira hasta un grosor de 2 a 3 mm. Corta con un molde de 15 centímetros (para 20 empanadas) o 20 centímetros (para 12 empanadas) aprox. Rellena la masa con una o dos cucharadas de pino (según el tamaño, no lo olvides), más una o dos aceitunas y un pequeño trozo de huevo duro (este último ingrediente, por supuesto, es opcional). Luego dobla la masa de modo que la capa superior quede 1 o 2 centímetros más corta que la inferior, humedece los bordes con agua y presiona con los dedos para que se adhieran. Por último, realiza los 3 dobleces finales y pinta con leche de soya para obtener un color dorado (ver imagen inferior)


Lleva a horno a temperatura media por 40 minutos aprox. y sirve inmediatamente con un rico pebre chileno (2 ajíes, 1 cebolla, cilantro, 1 limón, aceite de oliva, sal, pimienta y agua tibia. Pica los ajíes y la cebolla en pequeños cubos, agrega el cilantro picado y el resto de los ingredientes sazonando a gusto)


Gracias mamá!


Buen día!
Fotos: menúparalasmas





30 de noviembre de 2010

Menú del día: Batones de sésamo


Estos batones de sésamo (del francés bâtonnets), además de deliciosos, son especiales para cualquier ocasión: para disfrutarlos antes de la cena con una rica salsa (en nuestro caso con un hummus al perejil), como colación o simplemente para esos momentos en que quieres comer algo rico y no sabes qué!
Una receta simple y muy entretenida para preparar en cualquier momento. 

Ingredientes:
2 1/2 tazas de harina integral
1 taza de sésamo
3 cucharadas de cúrcuma
2 cucharadas de tomillo
1 cucharada de paprika
1/2 taza de agua
1/4 taza de aceite de oliva
1/4 cucharadita de sal

Preparación:
En un bol mezcla todos los ingredientes secos, incluidas las especias. Luego incorpora el aceite y comienza a amasar con la mano. A continuación, agrega el agua en pequeños chorros hasta formar una masa que no se pegue en las manos.

Con un uslero (rodillo de cocina), una máquina para pasta casera o simplemente una botella, extiende la masa hasta un grosor de 2 o 3 milímetros (al ojo por supuesto). Luego corta los pequeños batones a la medida que gustes y extiéndelos en una lata de acero inoxidable. Pre calienta el horno a temperatura alta (400º aprox.) y hornea por 15 minutos. Atención: la cocción de estos bocados depende mucho de cada horno y su potencia. Así que recomiendo vigilar todo el tiempo para que no se quemen. 

Prepara tu salsa favorita y disfruta estos ricos batones de sésamo, ricos en fibra, ácidos grasos esenciales (omegas 6 y 9), proteínas, vitaminas (del complejo B sobre todo) y minerales (calcio, hierro, potasio, entre otros)

Buen día!
Foto: menúparalasmasas


3 de noviembre de 2010

Menú del día: Salteado de coliflor morada y topinambur



Los movimientos y cambios en la vida son los que me impidieron compartir con ustedes en el último tiempo. Ahora, instalada en la bella Ville de Québec, me esforzaré por continuar esta bitácora que me apasiona. Además, como no hacerlo, con la gran cantidad de alimentos maravillosos y saludables que existen aquí. 



Hace un par de días fuimos a buscar verduras y frutas al mercado de la ciudad -que cerró sus puertas el pasado domingo hasta la próxima primavera, por el crudo y característico invierno que se aproxima-, donde encontramos una particular coliflor morada. El agricultor nos contó que es el resultado de la tintura con jugo de betarraga. Interesante!

Así que pensando en cómo mantener el color de la coliflor -porque claramente se iba a desteñir al cocerla- preparé un simple salteado de verduras. Simple, pero bien diferente con  la coliflor de color y unos deliciosos topinambur que nos regalaron provenientes de una huerta familiar.

Ingredientes:
1 coliflor (en este caso, morada)
1 cebolla morada
1 diente de ajo
1 pimentón verde
Jengibre fresco a gusto
10 topinambur
Especias (tomillo, curry, cúrcuma, pimienta, comino)
Salsa de soya (en este caso utilicé Tamari, una soya fermentada naturalmente)
Aceite de oliva para saltear

             Coliflor morada y topinambur made in Québec 

Preparación:
Como ya sabemos, saltear verduras en un procedimiento bastante sencillo y rápido. Aquí la creatividad es fundamental. Cómo cortas las verduras, qué especias y cuánto usas, todo depende del cocinero, su olfato e intención. En mi caso, todas las verduras las salteo crudas, no cocino previamente la coliflor o brócoli. Así, su crocancia y sabor son mucho más especiales. Lo que sí hice en esta oportunidad fue cocinar por tres minutos los topinambur. Estos tubérculos, que parecen un híbrido entre papa y jengibre, son una delicia, el descubrimiento de la temporada con su sabor suave de alcachofa. Y lo mejor de todo, al parecer en Québec crecen como mala hierba!

En esta oportunidad lo que hice fue: sofreir todas las verduras, partiendo con la cebolla, ajo y jengibre, Luego incorporé el pimentón, coliflor y, finalmente, los topinambur. Luego condimenté y agregué la soya a gusto. Un plato ultra colorido y ultra sabroso para cualquier ocasión.

Buen día o Bonne jurnée!
Fotos: menúparalasmasas

9 de septiembre de 2010

Que vivan los vegetales!


Amigos, pese a mi larga ausencia quiero compartir con ustedes la sorprendente torta de cumpleaños que con mucho amor me regalaron mis amigos de Bio Reconstruyendo. Me emociona de solo mirarla. Bueno, demás está decir que estaba deliciosa.


Un gran abrazo y ya vuelvo con más Menú para las masas,
Buen día!

20 de julio de 2010

Huerta para las masas...la aventura - Capítulo 10

La magia de la madre natura

Tres semanas pasamos alejados de la huerta. Ahora que estamos viviendo en Chanco, Séptima Región, colaborando en el proyecto Bio Reconstruyendo al Sur de Chile, tuvimos que armarnos de valor y dejarla cuidando durante las semanas que no estamos en la capital. 

Esta es nuestra primera visita y nuestro reencuentro fue alucinante. Quedamos impactados con la vitalidad de todas las plantas que siguen creciendo sanas y fuertes. Cualquier rastro de plagas es cosa del pasado. Los brócolis y repollos están graaandes.


El riego por goteo y los invernaderos han sido un gran aliado en esta etapa, tanto por las heladas extremas del último tiempo como por nuestras prolongadas ausencias. Y nuestros amigos-guardianes de la huerta son lo máximo! Nada más que decir.


En la pasada cosecha de lechugas –ya hemos recolectado seis sabrosos ejemplares- Richard imitó una novedosa técnica, por lo menos para mi, de cosecha: en vez de sacarla de cuajo, cortó las hojas de la lechuga dejando la raíz y parte del tallo en la tierra. Según Emilia Hazelip –formuladora de la Agricultura Sinérgica, modelo de producción vegetal para la autofertilidad de la tierra basado en la Agricultura Natural sin laboreo de Masanobu Fukuoka- este procedimiento permite que una nueva lechuga vuelva a desarrollarse. Y así fue, tres semanas más tarde, comprobamos con mucho asombro como dos nuevas lechugas están creciendo de la misma raíz de sus antecesoras. Confieso que hasta verlo con mis propios ojos dudé… Punto para Richard… je.


En medio de estos asombrosos descubrimientos comenzaron a aparecer las matas de cilantro y perejil que sembramos en la huerta vertical morada que se empina en una esquina de la huerta. A través de pequeños orificios las pequeñas ramas emergen con fuerza y fresco aroma.


Tres semanas más pasarán para que volvamos, tres semanas más de crecimiento, aromas y colores que seguirán inundando nuestra Huerta para las masas.


Buen día!
Fotos: menúparalasmasas

El cilantro y perejil emergen de la huerta vertical
 

2 de julio de 2010

Menú del día: Queque de manzana y plátano


Con esta rica y dulce preparación comienza una nueva etapa, tanto para Menú para las masas, como para nosotros. Les escribo desde Chanco, Séptima Región de Chile, específicamente desde la pequeña localidad de Carreras Cortas. Hace una semana y media llegamos con Richard para participar en un bello proyecto llamado Bio Reconstruyendo al Sur de Chile (http://bioreconstruyendoalsurdechile.blogspot.com) Vamos a estar por tres meses realizando diversas labores junto con el equipo en las áreas de Vivienda, Emprendimiento, Eco Escuela, Centro demostrativo y Psico social. 

Y yo, felizmente, estaré encargada además de la alimentación y nutrición del equipo, lo que me tiene muy feliz. Los fines de semana hemos llegado a cocinar para más de 20 personas y eso es toda una experiencia. Así que la imaginación en estas circunstancias juega un papel clave. Por supuesto hay momentos para regalonearnos y así lo hicimos esta semana con este delicioso queque. La receta la tomé prestada del libro Alicia en las Vegans, un bello libro chileno con recetas veganas que encontré hace un par de años. He aquí mi versión.

Ingredientes
Para el queque:
3 tazas de harina (mitad blanca, mitad integral)
3 cucharaditas de polvos de hornear
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de bicarbonato
1/2 taza de azúcar de caña
1 1/2 taza de agua (o leche de soya)
5 cucharadas de aceite vegetal
3 manzanas peladas y cortadas en lonjas
1 plátano pelado y cortado en lonjas
Semillas de linaza
Ralladura de naranja

Para la decoración:
1/3 taza de azúcar
1 cucharadita de canela en polvo
2 cucharaditas de aceite vegetal
3 cucharadas de harina

Preparación:
La verdad es que preparar un queque es bastante fácil mientras tengas las medidas correctas. Así que manos a la obra! Primero tienes que mezclar todos los ingredientes secos del queque, incluidas las semillas de linaza y ralladura de naranja. Luego incorporas los ingredientes líquidos y revuelves hasta mezclar todo muy bien. En un molde aceitado vierte la mezcla y cubre con las lonjas de manzana y plátano.

Mientras enciendes el horno para que esté a buena temperatura, preparas los ingredientes para la decoración. Esto es más simple aún: mezcla todos los ingredientes hasta que se conviertan en migas que tienes que esparcir sobre la mezcla del queque ya enmoldado.

Ahora puedes llevar tu queque a hornear a fuego medio alto por 40 minutos aprox. Puedes probar si está cocido introduciendo un palito al queque. Si sale seco es porque tienes que apagar el horno y dejarlo reposar. 

Nosotros compartimos este rico queque durante el desayuno acompañado con frutas picadas. Rico, rico!

Buen día!
Fotos: menúparalasmasas


21 de junio de 2010

Huerta para las masas...la aventura - Capítulo 9


De la huerta a la mesa...ñam ñam!


Por fin llegó el momento que tanto esperábamos. El sábado recién pasado cosechamos nuestras primeras verduritas de la huerta! Recolectamos dos lechugas hermosas, coloridas y luminosas. Debo decirles que fue una experiencia sublime, porque en ese instante se te pasa por la cabeza cada momento que pasó para llegar a esa bella experiencia. Además,  la compartimos con mi padre, que por primera vez visitaba nuestra chacrita.

Como es un sistema de mediería, dos días antes Marisol, la encargada de nuestro sector, sacó las dos primeras lechugas, las que fueron vendidas el mismo jueves a la comunidad en beneficio del proyecto de Huertas Orgánicas.  Así que no tuvimos la oportunidad de ser los primeros en cosechar nuestra huerta, pero nos sentimos contentos de saber que otras personas disfrutaron de una lechuga natural, sin químicos y recién sacada de la tierra.

Así que en esta oportunidad nuestro capítulo de la Huerta se complementa con el Menú, ya que el par de lechugas se convirtió en una riquísima ensalada que compartimos en familia. Y para disfrutar por completo su sabor sólo le agregamos zanahoria, un poco de perejil y limón. Nada muy sofísticado para degustar esas sabrosas hojas verdes y moradas.

Qué más puedo decirles, nos sentimos orgullosos y felices!

Ah! Puedo contarles que la perseverancia rindió frutos, ya que luego de tres semanas de aplicar té de ajo, los brócolis y repollos volvieron a la vida. Como pueden ver en la imagen a continuación (al lado izquierdo) el repollo que parecía completamente aniquilado por los bichos en el capítulo anterior, tomó fuerza y regresó majestuoso. La vida misma!

Buen día!
Fotos: menúparalasmasas

Repollo fénix... a su lado la amiga betarraga


8 de junio de 2010

Huerta para las masas...la aventura - Capítulo 8

         La plaga y su resultado...


Llegó la plaga! Así es, nuestra huerta ha sido invadida por orugas y pequeños insectos comilones y con extrema debilidad por las coliflores y brócolis. De un día para otro nuestras coles comenzaron a ser aniquiladas por estos bichos sin piedad. Lo sabemos, es el ciclo de la naturaleza en acción, pero pucha que es triste ver marchitarse a las pequeñas plantas tan pronto.

Fue entonces cuando recordamos los sabios consejos de Víctor, que apenas trasplantamos las coles nos dijo que eran verdaderos imanes  para los insectos. Al parecer las hortalizas con frutos (como en este caso) son las preferidas de nuestros invitados de piedra. Así que de inmediato seguimos los consejos de nuestro amigo mediero y preparamos té de ajo. La receta de este insecticida natural es bien simple: hay que hervir una cabeza de ajo pelada en dos litros de agua (después nos dijeron que mejor era en sólo un litro para mayor efectividad) Los hervimos hasta que cada rincón de la casa olía a ajo, pensando en una efectividad total.

Al día siguiente pusimos nuestra pócima en una botella con rociador (de las clásicas de peluquería) y rociamos como locos a las maltratadas plantas. Hicimos lo mismo con las cebollas y lechugas que están junto a ellas para prevenir. Pasada casi una semana volvimos a la huerta un poco preocupados. Y al ver a nuestras amigas nos dimos cuenta que nuestras aprensiones no eran tan infundadas. Es cierto, estaban un poco mejor, las orugas habían desaparecido, pero los bichos grises seguían aguantando. Lo peor llegó cuando nos encontramos con una lechuga marchita en un esquina. Al mirarla con más detención nos dimos cuenta que su tallo estaba con moho. Fuimos a preguntarle a Julia (para los que no recuerdan, la coordinadora de las Huertas del Encuentro) para que nos diera su opinión. La expresión de todos fue de espanto cuando tomó la lechuga y quedó en sus manos, el tallo había desaparecido por completo, estaba completamente ¡podrido!

Julia nos dijo que nunca habían tenido un caso similar y que no se explica qué pudo pasarle a la tierna lechuga. Exceso de agua, pensaron algunos. Con el riego por goteo que abrimos una vez por semana, lo dudamos. Pero todo es posible. Así que nuestra próxima tarea es chequear la tierra antes de abrir el riego. Así sabremos si hay un exceso de humedad o no. Y si por fin nuestros invitados de piedra se fueron. Si no, seguiremos bañándolos con ajo!

Buen día!
Fotos: menúparalasmasas

La tierna lechuga podrida...horror!

2 de junio de 2010

Menú del día: Falafel


Llevo años saboreando este manjar oriental y es primera vez que lo preparo como corresponde. No tengo la respuesta a este enigma personal culinario, pero si estoy segura que desde ahora el falafel se convertirá en un menú habitual en nuestra cocina. 

Seguramente ya les habré contado que la comida árabe es parte de mi alimentación desde que tengo conciencia de mi paladar. Los almuerzos de fin de semana en casa de mis abuelos muchas veces eran con sabrosas y abundantes preparaciones orientales, donde las hojitas de parra, kubbe y los deliciosos y ultra dulces pasteles eran indispensables. Sin embargo, el falafel no lo conocí hasta que me volví vegetariana. Cuantos años desperdiciados digo yo!

Además de deliciosamente ricas, estas albóndigas de garbanzo son muy fáciles de preparar y pueden comerse de distintas formas: en el clásico sandwich, al plato con ensaladas o solas como un bocadillo. Yo las preparé especialmente para mi sobrina Araceli -que no tenía la menor idea de su existencia- para saborearlas en un rico sandwich y el resultado fue un rotundo éxito!

Ingredientes (4 personas):
250 grs. de garbanzos
2 cebollas
3 dientes de ajo
1 atado de perejil y 1/2 de cilantro
1 cucharita de levadura en polvo
1/2 taza de harina de garbanzo o tradicional
Aliños (pimienta, sal, curry, comino)

Preparación:
Lo principal es dejar remojando los garbanzos la noche anterior, por lo menos 12 horas. De ahí en adelante, la preparación es muy rápida y entretenida. Primero lava los garbanzos -no tienes que cocerlos por ningún motivo!- y corta las verduras en trozos grandes. Luego tienes que moler todo en una licuadora (yo hice la prueba en la mía, pero su motor está en tan malas condiciones que no soportó la presión. Así que traspasé todos los ingredientes a la mini pymer y trituró a la perfección). El resultado es una pasta verde de muy buena apariencia y aroma. A continuación incorpora los aliños, la cucharita de levadura y harina de garzanzo. Tapa la fuente en plástico film y refrigera durante 30 a 40 minutos. 

Mientras la pasta toma cuerpo puedes preparar los otros ingredientes, como el delicioso hummus (garbanzo cocido, tahine o sésamo tostado, aceite de oliva, comino y pimienta. Todo pasado por la mini pymer), la refrescante ensalada de tomate, pepino y perejil, el laban (yogur natural con oliva, limón y pimienta) y unas hojas de lechuga.

Cuando la pasta del falafel esté lista tienes que darle la forma a cada albóndiga. Yo utilicé la técnica de Richard, que es hacerlas rellenando un colador pequeño. Funciona perfecto! Ahora, tienes dos opciones para cocinarlas: en el horno o fritas. Yo opté por la primera, pensando en que es mucho más sano, pero la verdad es que no me funcionó y terminé friéndolas en mucho aceite, como dice la receta original. Para ser sincera, quedan mucho más sabrosas y crujientes. 

Con tus falafel listos, sólo tienes que usar tu imaginación y armar tu sandwich como prefieras. Un dato: el pan pita tienes que abrirlo hasta la mitad para que puedas tomarlo con la mano y el relleno no explote por todo el plato.

Buen día!
Fotos: menúparalasmasas

 

22 de mayo de 2010

Huerta para las masas...la aventura - Capítulo 7

Lechugas grandes, invernaderos terminados!

En esta etapa la contemplación es un acto constante. Cuando ya limpiaste la tierra, agregaste abonos naturales y sembraste, sentarse a contemplar el crecimiento de las plantas es maravilloso.

Semana a semana vas descubriendo nuevas y más grandes hojas, tallos más fuertes y los vivos colores que comienzan a inundar la huerta. Esta semana, por ejemplo, tuvimos que poner una cinta alrededor de las lechugas costina para que crezcan hacia arriba y no se desparramen hacia los lados. Están grandes!

Además, trasplantamos cuatro pequeños almácigos de apio que nos regaló una vecina mediera. Y, por último, terminamos el último túnel-invernadero, que decidimos hacerlo más grande y cubrir dos camas. Un clásico 2x1. Así, como pueden ver en la imágen superior derecha, nuestra chacra quedó completamente protejida de las heladas pre cordilleranas. Eso sí, nos preocupan los repollos que descubrimos con las hojas desmembradas. Víctor (uno de nuestros fantásticos guías y vecino) ya nos había advertido del magnetismo que tienen los brócolis y repollos con los insectos. Así que imaginamos que vamos a tener que comenzar a aplicarles  algunos insecticidas naturales (en base a ortiga o ajo).

Volviendo al acto de la contemplación, esta semana miré hacia mi alrededor y descubrí que los colores están inundando a las Huertas del Encuentro. Cebollas, lechugas, acelgas, habas, arvejas, betarragas y zanahorias crecen fuertes y sanas por doquier. Es un verdadero placer caminar alrededor de las multifacéticas huertas, donde además de las hortalizas y hierbas, el ingenio y creatividad son protagonistas.

Porque todo es válido (menos los químicos, por supuesto) al momento de crear tu huerta: botellas protegen los pequeños almácigos, grandes invernaderos comienzan a aparecer y formas de grandes soles nos acompañan en el diseño de las camas. El amor está en el aire!

En este capítulo, un homenaje desde el sector 1, cama 2, lado 1 norte a nuestros vecinos medieros y sus magnéticas y bellas huertas.

Las verdaderas Huertas del Encuentro

Buen día!
Fotos: menúparalasmasas

14 de mayo de 2010

Menú del día: Végépâté



A pedido de todos los afortunados que han probado esta deliciosa receta importada directamente desde Canadá por Richard, tengo el placer de contarles paso a paso la preparación del popular Végépâté, que podría traducirse como paté de verduras. Cocinar hoy tuvo una doble emoción, ya que se sumó a nuestra cocina Isidora, mi bella y risueña sobrina chica. Así que además de divertirnos mucho, comimos rico y regaloneamos todo este lluvioso y frío día de otoño.

Ingredientes:
1 cebolla
2 zanahorias
1 rama de apio
1 papa
2 dientes de ajo
1 zapallo italiano
1/2 pimentón
1 taza de lentejas
2 tazas de harina integral
1/2 taza semillas de maravillas
1/4 taza salsa de soya
2 cucharas de aceite de oliva
Perejil, albahaca, jengibre natural y salvia a gusto
Aliños (sal, pimienta, curry) a gusto

Preparación:
Aunque podría parecer una receta difícil de preparar, por la cantidad de ingredientes que tiene, este menú internacional es de lo más sencillo. En la práctica son tres sencillos pasos: lavar las verduras, lavar y cocinar las lentejas por 20 minutos y rallar todas las verduras en una fuente. Tal cual, ralla la cebolla (no apto para hipersensibles...je), zapallo, zanahorias, papa, pimentón, apio, ajo y jengibre.

Luego de mezclar todas las verduras ralladas en una fuente, agrega los ingredientes aromáticos picados bien finos: perejil, albahaca y salvia. Todo a gusto, pero con mucho cariño! A continuación, incorpora las lentejas, salsa de soya, aceite de oliva, semillas de maravilla, aliños y revuelve. Finalmente agrega la harina hasta que todos los ingredientes tomen una consistencia cremosa. 

En una fuente de vidrio o acero, previamente aceitada y enharinada, vierte la mezcla y cocina a baño María (la fuente se sumerge en un recipiente más grande lleno de agua) en el horno a temperatura media por 35 minutos. Luego de comprobar que la capa superior de nuestro végépâté está seca, seguir cocinando por 15 minutos más, ahora con la fuente directo al fuego para que se termine de cocinar la base.

Deja enfriar el recipiente a temperatura ambiente hasta que la preparación adquiera una consistencia más firme. Ahora que el végépâté está listo, tienes varias opciones para saborearlo: puedes cortarlo en pequeños trozos y servirlo como un aperitivo o acompañamiento de otro plato. O bien, puedes comerlo con una sabrosa ensalada o como base de un riquísimo sandwich con tomate, palta, lechuga, pepinillos y mostaza.

Buen día!
Fotos: Isidora/ menúparalasmasas

5 de mayo de 2010

Huerta para las masas... la aventura - Capítulo 6

Una panorámica de los invernaderos artesanales

Estos días he sentido algo bien especial, nuevo. Desde que comenzamos a trasplantar los almácigos en la tierra tengo una constante sensación de preocupación. Quiero saber cómo están las plantitas, si les falta agua o si el frío las está afectando. Por ejemplo, en este preciso momento me pregunto cómo estarán con la lluvia que comienza a caer. Como le comenté a una amiga entre risas, es como si estuviera criando a una guagua. Y eso si que es divertido, porque aún no soy mamá.

Cuando volvimos el martes a la huerta nuestra alegría fue enorme al verlas. Tanto las que se encontraban a la interperie como las que estaban cubiertas por plástico, estaban firmes y, creo, más grandes. Estoy chocha...je!

Según Richard, las lechugas, cebollas, puerros y acelgas que están en el invernadero se ven más fuertes y creo que tiene razón (de los ajos no tenemos idea, porque siguen bajo tierra). Es por eso que nuevamente nos dividimos las labores y él se preocupó se seguir avanzando en la construcción de los túneles y yo en seguir trasplantando.

En esta oportunidad fue el turno de las zanahorias, cibulet y más cebollas. Llevo dos jornadas completas dedicadas a esta labor y la verdad es bastante agotadora. Los angostos pasillos -de menos de 30 cms. de ancho- que dejamos entre las camas no permiten sentarse en el suelo. Entonces no queda más que arrodillarse o ponerse en cuclillas a trasplantar. Posición fatal para mi, ya que a los cinco minutos me comienzan a doler las rodillas y espalda (región lumbar media, para ser más precisa) En consecuencia, estos días he tenido un dolor de espalda constante bastante molesto. Algún consejo?

Por su parte, Richard se ha concentrado en el diseño y la recolección de materiales para confeccionar los cuatro invernaderos tipo túnel que estamos instalando en cada cama. En primer lugar armó los arcos que hizo con ramas de árboles podados que encontró en la calle. Luego forró las ramas con retazos de tela (los mismos del cerco y que encontró botados en avenida Portugal), con el fin de que el plástico no se rompa con el roce (este hombre piensa en todo!) Y, por último, puso el plástico, que lamentablemente tuvimos que comprar.

El primer túnel no resultó tan bien como esperábamos. En teoría hacer este diseño parece más sencillo de lo que es. Pero el segundo mejoró 100%. Como podrán ver en la foto superior, la tensión del plástico no es óptima, pero tampoco la necesitamos. Porque más que un tema estético, nuestra preocupación es mantener la siembra protejida de las heladas que azotan a esta zona pre cordillerana.

Aún nos quedan dos túneles más por hacer y una cama completa por sembrar. Así que el trabajo continúa…

Las hortalizas están creciendo fuertes en los túneles


1 de mayo de 2010

Menú del día: Porotos con riendas casi orgánicos



Debo ser sincera, estuve a punto de no compartir con ustedes este menú. Notan que la foto está un poco fuera de foco? Yo sí y creo que ustedes también. Ese pequeño detalle (que para los puristas de la imagen podría ser fatal..je) es el que me impedía continuar. Porque desde que tenemos una nueva cámara en casa y he logrado tomar increíbles imágenes de las recetas, me rehuso a subir fotos como esta (la toma fue de noche con muy poca luz). Pero que más da, estos porotos con riendas quedaron deliciosos y compartir con ustedes la experiencia me supera. 
Bueno, les cuento que los porotos los trajimos desde Horcón, Valle de Elqui (IV Región). Son de la variedad clavel de cordillera y son 100% orgánicos. El frío de comienzos de otoño me iluminó a preparar unos cremosos y suculentos porotos con riendas. Y cuando digo que son casi orgánicos, es porque todos los ingredientes que utilicé lo son, menos los tallarines. Un gran avance, no?


Los exóticos porotos clavel de cordillera 

Ingredientes:
2 tazas de porotos de la temporada
1 cebolla grande
1 trozo de zapallo 
Media acelga
Medio paquete de tallarines delgados
Aliños (comino, sal, pimienta, merkén, paprika)


Preparación:
A diferencia de los porotos frescos de verano, es muy importante que dejen remojando de un día para otro estas variedades de guarda. En Chile los conocemos como porotos burros. Luego de pasar por lo menos una noche en agua, hay que lavarlos y cocinarlos en olla a presión por lo menos 40 minutos (sin sal, ya que impide su normal cocción) y con los trozos de zapallo.
Mientras la olla comienza a anunciar la ebullición (recuerden bajar la llama del fuego cuando comience la presión), debemos pelar y cortar la cebolla en cuadritos y la acelga en finas tiras. Cuando comprueben que los porotos están a punto, agreguen a la olla la cebolla, acelga, tallarines y aliños. Si notan que la cantidad de agua no es suficiente, agreguen un poco más, idealmente hervida. Tapen nuevamente la olla y cocinen por 10 minutos más hasta que todos los ingredientes se mezclen y formen una consistencia cremosa.


Buen día!
Foto: menúparalasmasas

27 de abril de 2010

Huerta para las masas... la aventura - Capítulo 5

Llegaron las lechugas, ajos y cebollas!

Han pasado casi dos meses desde que encontramos nuestro pedazo de tierra en medio de la ciudad. Y por fin, luego de largas jornadas de trabajo y aprendizaje, podemos contarles que sembramos nuestras primeras verduras. Más bien trasplantamos, ya que hasta el momento solo hemos puesto hortalizas que germinaron en almácigos. Este sistema tiene varios beneficios, ya que permite ahorrar semillas y tener un mayor cuidado de las plantitas en su primera etapa de desarrollo, sobre todo cuando las semillas son pequeñas. En esta oportunidad preferimos comprar los almácigos, ya que no tuvimos el tiempo suficiente para prepararlos (si están interesados, pueden ir por los suyos al invernadero de la Aldea del Encuentro)

Luego de 6 intensas horas de trabajo, logramos trasplantar 16 lechugas (de cuatro variedades), 5 acelgas, 14 dientes de ajo (sí, por cada diente de ajo crece una cabeza completa), 6 betarragas, 2 repollos, 3 brócoli, 5 puerros y 4 cebollas. Como queremos que nuestra huerta sea lo más intensiva posible, aún nos faltan las zanahorias, perejil, coliflor, cilantro, espinaca, rúcula, cibulet y más cebollas y lechugas.  

Además, siguiendo los consejos de los expertos, también sembramos nuestras 2 primeras plantas medicinales en las esquinas: una borraja y una salvia. Tanto las medicinales como las flores son una barrera natural para el control de insectos (deseables o indeseables)

Al mirar las fotografías se preguntarán por qué colocamos hojas de diario y paja en medio de las pequeñas plantas. La respuesta es simple: seguimos los mejores consejos, a nuestro parecer, de expertos que encontramos en libros, videos y muchas otras fuentes. Experimentación in situ.

En este camino, uno de nuestros iluminadores ha sido Bill Mollison. Considerado el precursor de la permacultura, este australiano creó un amplio sistema que abarca la agricultura y estilo de vida sostenibles. Siguiendo sus simples y prácticos consejos, como tapar las plantas con hojas de diario y paja, mantendremos mucho mejor la humedad de la tierra y no será necesario regarla más que una o dos veces por semana. Además, y esto sí que es muy importante, mantendremos a raya a las malas hierbas!

La próxima semana les cuento más sobre el cierre tipo invernadero que estamos planificando (y que ya pueden ver en las imágenes superiores) para que nuestras verduras crezcan fuertes y sabrosas. Ahora necesito descansar, ya que la tierra y tanta emoción me agotaron...

Las etapas de la siembra: tierra, papel, paja

Buen día!
Fotos: menúparalamasas

26 de abril de 2010

Menú del día: Lasaña de quinoa



Este sí que fue un gran almuerzo de sábado. Mi día comenzó en la huerta, donde recibí la visita de mi amiga Myriam. Luego nos fuimos de paseo por la Feria Orgánica (que aprovecho de recordarles se instala todos los sábados en la misma Aldea del Encuentro de La Reina), donde encontramos deliciosas verduras para el almuerzo y una generosa bolsa de quinoa. Lo más importante de todo, a muy buen precio!
Luego nos fuimos a su casa a preparar el menú del día que surgió en el camino: una cálida crema de zapallo y de fondo lasaña de quinoa, receta que ninguna de las dos había preparado antes y que en mi caso jamás había tenido el placer de comer. Así que manos a la obra.

Ingredientes:
3 tazas de quinoa lavada
2 zapallos italianos
2 zanahorias
1 cebolla
2 dientes de ajo
5 tomates maduros
Aliños (sal, pimienta, curry, merkén)

Preparación:
En primer lugar tienes que lavar la quinoa, con mucha paciencia y dedicación. Porque encontrarse con pequeñas piedras o palos mientras comes no es nada agradable, menos para tus dientes. Así que en esta ocasión la tarea recayó en mi buena amiga, mientras yo me dedicaba a pelar y cortar todas las verduras en pequeños cubos. Mientras la quinoa se cocinaba, Myriam peló y troceó el suave y dulce zapallo butternut que llevamos a casa. Trozos que luego salteó junto a una generosa cantidad de ajo en la olla y que luego de agregar agua dejó cocinar por unos 15 a 20 minutos. 

Con las verduras preparamos un abundante salteado que aliñamos con todas las especies y que intentamos quedara lo más jugoso posible. Finalmente armamos nuestra exótica lasaña: una capa de salsa, otra de quinoa bien compacta, otra de salsa y la última capa de quinoa. Para el toque final agregamos una fina capa de queso en trozo rallado. Las dos fuentes que armamos las llevamos al horno por 10 minutos hasta gratinar.

El banquete estaba listo, solo quedaba licuar el zapallo para convertirlo en una cremosa sopa que servimos con pimienta molida y pequeños trozos de nueces. A la altura de nuestra entrada y plato de fondo estuvo la ensalada: una sabrosa mezcla de tomates cherry rojos y amarillos, con un toque de aceite de oliva y sal.



Buen día!
Fotos: Myriam Salazar y menúparalasmasas