Llevo años saboreando este manjar oriental y es primera vez que lo preparo como corresponde. No tengo la respuesta a este enigma personal culinario, pero si estoy segura que desde ahora el falafel se convertirá en un menú habitual en nuestra cocina.
Seguramente ya les habré contado que la comida árabe es parte de mi alimentación desde que tengo conciencia de mi paladar. Los almuerzos de fin de semana en casa de mis abuelos muchas veces eran con sabrosas y abundantes preparaciones orientales, donde las hojitas de parra, kubbe y los deliciosos y ultra dulces pasteles eran indispensables. Sin embargo, el falafel no lo conocí hasta que me volví vegetariana. Cuantos años desperdiciados digo yo!
Además de deliciosamente ricas, estas albóndigas de garbanzo son muy fáciles de preparar y pueden comerse de distintas formas: en el clásico sandwich, al plato con ensaladas o solas como un bocadillo. Yo las preparé especialmente para mi sobrina Araceli -que no tenía la menor idea de su existencia- para saborearlas en un rico sandwich y el resultado fue un rotundo éxito!
Ingredientes (4 personas):
250 grs. de garbanzos
2 cebollas
3 dientes de ajo
1 atado de perejil y 1/2 de cilantro
1 cucharita de levadura en polvo
1/2 taza de harina de garbanzo o tradicional
Aliños (pimienta, sal, curry, comino)
Preparación:
Lo principal es dejar remojando los garbanzos la noche anterior, por lo menos 12 horas. De ahí en adelante, la preparación es muy rápida y entretenida. Primero lava los garbanzos -no tienes que cocerlos por ningún motivo!- y corta las verduras en trozos grandes. Luego tienes que moler todo en una licuadora (yo hice la prueba en la mía, pero su motor está en tan malas condiciones que no soportó la presión. Así que traspasé todos los ingredientes a la mini pymer y trituró a la perfección). El resultado es una pasta verde de muy buena apariencia y aroma. A continuación incorpora los aliños, la cucharita de levadura y harina de garzanzo. Tapa la fuente en plástico film y refrigera durante 30 a 40 minutos.
Mientras la pasta toma cuerpo puedes preparar los otros ingredientes, como el delicioso hummus (garbanzo cocido, tahine o sésamo tostado, aceite de oliva, comino y pimienta. Todo pasado por la mini pymer), la refrescante ensalada de tomate, pepino y perejil, el laban (yogur natural con oliva, limón y pimienta) y unas hojas de lechuga.
Cuando la pasta del falafel esté lista tienes que darle la forma a cada albóndiga. Yo utilicé la técnica de Richard, que es hacerlas rellenando un colador pequeño. Funciona perfecto! Ahora, tienes dos opciones para cocinarlas: en el horno o fritas. Yo opté por la primera, pensando en que es mucho más sano, pero la verdad es que no me funcionó y terminé friéndolas en mucho aceite, como dice la receta original. Para ser sincera, quedan mucho más sabrosas y crujientes.
Con tus falafel listos, sólo tienes que usar tu imaginación y armar tu sandwich como prefieras. Un dato: el pan pita tienes que abrirlo hasta la mitad para que puedas tomarlo con la mano y el relleno no explote por todo el plato.
Buen día!
Fotos: menúparalasmasas