Vegetariana pero no tonta

Una de las cosas que más he aprendido siendo vegetariana es a buscar, probar y experimentar con los alimentos. Porque decir que los vegetarianos comemos sólo lechuga es pura ignorancia. O sea, vegetariana pero no tonta. Por ejemplo, ahora como una manzana (en cama, porque muy a mi pesar no soy inmune a los virus gripales), pero antes, al almuerzo, tomé una reconfortante crema de zapallo y comí un plato de canutones con verduras a la crema preparados por mi chef favorito. Delicioso.
Ahí está la gracia de todo esto: en olvidarse que comer es sinónimo de pérdida de tiempo y que por eso hay que alimentarse con lo que está al alcance de la mano, o sea, lo más rápido y llenador.
Es lo mismo que pasa con el cine o la música. El cinéfilo no pierde su tiempo en ir a ver una comedia gringa para ir a sentarse a reir comiendo cabritas. No pues, espera por una producción que valga la pena y la plata de la entrada. Lo mismo que con los melómanos: al momento de comprar un disco se busca el indicado, no el que es número 1 en ventas. DATO: escuchen Neon Bible, el segundo disco de Arcade Fire. Para pelos...
Para quienes gustan de clasificarlo todo les cuento que soy lacto- vegetariana. Esto significa que no como ningún tipo de carne (ni pollo, pavo, pescado o marisco), pero sí productos lacteos como la mantequilla o leche. Y con eso es más que suficiente para alimentarse sano y rico. No es sinónimo de pasar hambre.
Y bueno, como estoy resfriada y me comienza a doler la cabeza con la pantalla del compu, eso sería todo por hoy. Les debo la receta de los fritos de berenjena con puré con que nos deleitamos en nuestro menú dominical. Por ahora los dejó con la foto.
Buen día...y tómense una buena sobredosis de propóleo
Foto: llano

Menu del dia: Omelet de cebolla y pimenton

Hoy desperté con el clásico síntoma del resfrío: el cuerpo cortado, como diría mi madre. Apenas me levanté a tomar desayuno y tuve que volver a la cama. Dormité un rato, pero no tenía ganas de estar acostada. Al final, el único incentivo para ponerme de pie fueron las ganas de cocinar. Paradójico, pensarán, pero energizante. Descubrí que cocinar me relaja y ayuda a pensar. Es motivante preparar los alimentos: pelar las cebollas, picar los pimentones, como lo hice hoy para el menú del día. Las omelets me recuerdan mi casa materna: mi mamá acostumbraba a salir del paso preparándolas con lo que hubiese en el refrigerador, lechuga incluida.
Siguiendo su estilo, las que preparé hoy fueron de cebolla y pimentón. Una por persona. En total fueron 3 y los ingredientes utilizados los siguientes: 1 cebolla, 3 cebollines pequeños, 2 pimentones (rojo y verde para el color) y 6 huevos.
La preparación es muy simple. Partes picando la cebolla en pluma, los cebollines y los pimentones en juliana. Luego salteas todo con un poco de mantequilla y especias a gusto. Para la preparación de cada omelet bates dos huevos (es más liviano utilizar solo una yema) hasta formar una espuma tipo merengue. Agregas un poco de sal, pimienta y eneldo y llevas el batido al sartén con muy poco aceite. A continuación colocas 1/3 del salteado en la mitad izquierda del omelet, esperas unos minutos para que se dore y juntas el batido como formando una empanada. Y listo.
Como siempre, el acompañamiento es opcional. El nuestro fue mucho tomate con albahaca y ají para los picantes.
Buen día...
Foto: Víctor Rojas

Menu del dia: Porotos negros c/ quinoa y seitan

Desde que opté por la indepencia profesional, esto hace ya 4 meses, el tiempo para hacer las cosas que me gustan se ha multiplicado. Y entre mis variadas preferencias, a la actividad que le he puesto más esmero ha sido a cocinar. Otra razón más para hacer esta bitácora. Junto con crear, experimentar y saborear en la cocina, junto a mi chef favorito, también he tenido tiempo para pensar. Preparar tus alimentos tiene todo un cuento. No significa sólo comer las cosas ricas que te gustan, es también ser conciente de qué y por qué comes.
Hace aproximadamente 7 años dejé de comer carne. De un día para otro y sin arrepentimientos. Pero fue recién hace un mes que la dejé por completo: ya no como pescados y mariscos. Fue una decisión que había postergado por mucho tiempo, principalmente, por razones prácticas y porque me gustaban. Sin embargo, poco a poco he descubierto que no los necesito. De hecho, la semana pasada fuimos a un japonés y sólo pedimos rolls vegetarianos y unas exquisitas sopas y salteados de verduras. Reconozco que fue un alivio: los sashimis y tempuras de salmón son un lindo recuerdo.
Lo que es parte de mi presente es esta exótica preparación de porotos negros con que nos sorprendió mi chef favorito. Estas ricas gramineas (preparadas con un sofrito de cebolla, berenjena, zapallo y aliños varios) fueron acompañadas con quinoa (el cereal madre y más completo) y una preparación de seitán (carne de soya) con choclo fresco y pimentones a la mantequilla.
Sí, es una mezcla de alimentos un poco pesada, muy cercana a la comida haitiana -fue mi comentario-, pero de una intensidad de sabor y aromas única.
Buen día...
Foto: llano

Menu del dia: Tortilla de papas y un largo paseo

La energía del sol y la ciudad, ingredientes base del menú de hoy. Plaza Brasil, Huérfanos, paseo Ahumada, cerro Santa Lucía, Lastarria y Parque Forestal. El preludio para una tortilla de papas de martes de abril.
Ingredientes: 6 papas medianas, una cebolla y 2 huevos (provenientes del puesto de don Pepe, en Loreto y frente a Jo!)
Pela las papas y las cortas en finas láminas (tipo papa frita falsa). Luego las sofries y las dejas escurriendo para botar el exceso de aceite. Picas la cebolla pluma y bates los huevos. Mezclas todo en un bol con sal, pimienta y merkén. Para que la tortilla te quede perfecta, trata de hacerla en un sartén de teflón con muy poco aceite y a llama baja. Todo a su tiempo.
Para el acompañamiento hay multiples opciones, pero esta vez optamos por una simple y sabrosa ensalada de zanahoria y tomate aderezada con soya. Fresca!!
Y está...no hay nada más rico que una tortilla de papas para una luminosa tarde de abril
Buen día
Fotomóvil: llano

Menu del dia: "Zapallitos escudero"

Otro de los momentos mágicos de la cocina es cuando sin más ingredientes que los que hay en la despensa logras crear platos como este. "Un invento", como lo describió mi chef favorito cuando comenzó a sacar del refrigerador los zapallos italianos calabaza, cebolla, pimentón rojo, berenjena y las alcachofas (todo un acontecimiento) que esperaban cocidas desde ayer. Y manos a la obra. Más que explicar paso a paso la preparación de nuestro banquete dominical (tarea que se hace más difícil cuando uno es el asistente de cocina..labor que por cierto es una excelente instancia para aprender nuevos trucos culinarios), esta vez voy a poner a prueba vuestra imaginación. Hagan el ejercicio de mirar las fotos de nuestro menú del día (en plena preparación y listo para comer) e imaginen la cantidad de sabores, aromas y sensaciones que se pueden experimentar en la preparación de los bautizados "Zapallitos escudero". Nombrados así por la Oda a la alcachofa de Neruda, que nuestro chef leyó de pequeño. Y que también sirvió de acompañamiento convertida en una pasta con oliva y especias, junto con un salteado de zanahorias y diente de dragón.
Y saben qué...no tengo palabras para describir el placer que me provocó nuestro menú...simplemente exquisito.
Buen día...
Fotos: llano

Menu del dia: Crema de zapallo y cebiche de champiñon

Hoy es un día de aquellos para que te sirvan desayuno en la cama, levantarse cuando te duela la espalda después de tantas horas en posición horizontal y almorzar pasadas las 4 de la tarde. Lo mejor de todo, es que mi sábado fue calcado... Flojo, lento y, por supuesto, bien alimentado. Hoy me convertí en la asistente de un menú perfecto, por lo que esta vez la receta no será tan detallada. Partimos con la crema de zapallo que preparó mi chef favorito. Con los trozos de la calabaza en la olla enmantequillada, mi función fue revolver y sazonar. A llama baja, los aromas comienzan a inundar la fría cocina (día nublado en Santiago) y sólo hay que esperar unos minutos para dar con la textura y consistencia adecuadas. La crema se sirvió aderezada con sésamo tostado y una rama de romero.
Turno del cebiche alternativo preparado por un chef de similares características...ja. Los champiñones se cortan en finas láminas. Se agrega cebollín, pimentón rojo y cilantro. Todo inundado en muuucho limón.
Platos simples, bien condimentados y absolutamente sabrosos, que acompañados con un fresco merlot del Valle de Colchagua iluminaron este oscuro día.
Ya me estoy imaginando la once...
Buen día
Foto: Claudio Santana

Menu del dia: Berenjenas gratinadas c/ arroz al curry

Hoy amanecí con ganas de cocinar. Y que mejor que uno de mis caballitos de batalla. A ver. En teoría este menú puede parecer un poco engorroso, pero en la práctica es de lo más simple. Dependiendo del número y hambre de los comensales, eliges entre 4 y 5 berenjenas medianas. Las partes por la mitad y las hechas a la olla con agua fría por unos 15 minutos. Cuando estén reposadas, sacas la pulpa que se ocupará en el relleno. Una buena técnica es hacerlo con las manos (lo descubrí hoy) para no romper la cáscara de las berenjenas.
Mientras esperas el punto de las berenjenas, pica una cebolla grande (o cebollín si prefieres), un par de ajos y pimentón. El ingrediente principal del relleno es opcional. En este caso es zanahoria picada y un poco de seitán (carne de soya), porque me pareció medio pobre el relleno, pero también pueden ocuparse champiñones en cuadrados pequeños.
Luego lo habitual: al sartén o wook con aceite (si es oliva para cocinar, mejor) le agregas la cebolla, ajo, pimentón, zanahoria, sal o soya líquida y pimienta. Por supuesto, puedes agregar otros aliños a gusto (eneldo, merquén, romero, etc.) Cuando la cebolla esté cristalina y bien mezclada con los otros ingredientes, agregas la pulpa de las berenjenas. Revuelves, le das unos minutos más y dejas reposar.
Ahora, haces el arroz. Mi preferido es el integral (que demora el doble de tiempo de cocción y le pega 10 patadas al blanco), pero como no había, se optó por el clásico grano blanco, grado 2. Sofríes unas dos tazas, le echas 4 de agua hervida y agregas sal, un poco de pimienta y una generosa cantidad de curry. 20 minutos con olla semitapada y a reposar.
El último paso de las berenjenas: el gratinado. Enciendes el horno a temperatura media y untas un poco de aceite de oliva en la lata. Rellena las berenjenas con cariño, las pones en la lata y esparces mucho queso rallado. El tiempo en el horno va a depender de cuanto demore en hacerse esa deliciosa capa de queso gratinado.
Y estaríamos. Sirva a gusto, acompáñelo con una ensalada (en nuestro caso tomate/palta, pero mucho mejor de hojas verdes) y disfrute sus alimentos.
Fotos: llano

Menu del dia: Porotos recalentados o la magia de los alimentos

Qué ricas son algunas comidas de un día para otro!. Charquicán, fideos con salsa y los exquisitos porotos. Como los que comí hoy. Los ingredientes se mezclan hasta convertirse en uno. Lo que provoca una sensación de placer indescriptible al paladar: única e irrepetible. Esa es la magia de comer, que no pasa por la reiterativa acción de meterse alimentos a la boca para sentirse satisfecho por unas cuantas horas.
Comer también significa disfrutar. Por eso tiene que ser un acto conciente, tanto con nuestro cuerpo como con lo que nos llevamos a la boca. Para mí, como para muchos, es un acto político que se materializa en la opción de vida de no comer carne. Como también en la preocupación de saber qué comemos: no es lo mismo comerse un tomate proveniente de una parcela familiar de Limache, que uno plantado con semillas transgénicas. Esto es, genéticamente modificado para obtener mayor productividad.
Hace unos días encontré en Jo!, la maravillosa tienda de ropa y accesorios de mi amiga Javiera (vayan a visitarla en Loreto 55, Recoleta) un libro-recetario. De diseño artesanal, estaba compuesto sólo de recetas veganas (o sea, sin ningún ingrediente proveniente de los animales) explicadas con mucha simplicidad y creatividad. Ahora no recuerdo su nombre -porque pese a haberlo comprado, se lo regalé a mi chef favorito, quien lo lleva consigo de un lado para otro-, pero está inspirado en Alicia en el país de la maravillas...creo que su título es algo como Alicia en el país de las begans...luego lo confirmo.
En su introducción Álvaro, su autor, explicaba que para él ser vegano era un acto político por varias razones. Y una de sus formas de llevarlo a la práctica era publicando sus propias recetas.
De eso se trata al fin y al cabo... Se viene la revolución cabros!!!
PD: Hoy mi staff fotográfico me abandonó, así que los dejó con una imagen prestada del planeta web.
Buen día...

Menu del dia: Porotos granados c/mazamorra...del chef

Se termina la temporada estival y al igual que duraznos, frutillas o choclos, los porotos nuevos comienzan la despedida. Quizás esta es nuestra última oportunidad de saborearlos. Y como lo hicimos, porque una de las especialidades de mi chef preferido son los granados con mazamorra. Los que precisamente comenzó a preparar antes de las 10 de la mañana con todo lo necesario: porotos, choclo, cebolla, zapallo, ají de color y sazones varias. La receta, imposible de revelar. Lo único cierto es que acompañados con una ensalada de tomate y albahaca daban ganas de repetirse el plato.
Luego de tan magno y nutritivo banquete de proteinas (tan necesario para los vegetarianos como para los que se precien de tener una buena alimentación), una jarra de té verde fue el complemento óptimo.
Mientras escribo sobre el menú del día, recuerdo el llamado a dejar de utilizar electricidad durante 8 minutos. Esto es hoy martes 17 a las 19.53 horas. Creo que si tan sólo el 10% de la población se sumara a esta iniciativa, los agentes contaminantes de este mundo reaccionarían de alguna forma. Recuerden que esto es un círculo vicioso... o virtuoso si todos hacemos algo para vivir en un mundo más amable.
Foto: Claudio Santana

Menu del dia: Fideos capellini con salsa de tomates al sesamo tostado

Luego de pasar más de 8 horas en Vive Latino, el hambre es mucha, pero el cansancio más. Pese a todo, igual habían ganas de comer algo más que pan con algo. Manos a la obra con un clásico de todos los tiempos: tallarines con salsa. Son cerca de las 10 de la noche, aparecen las cebollas, tomates, un pimentón rojizo y unos cuantos ajos (todo directo de la feria de Esperanza con Huérfanos). El seitán (carne de soya vegetal) se va al remojo de 10 minutos en agua caliente y los ingredientes de la salsa pasan al wook. Cebolla, ajo, pimentón, pimienta negra molida, sal y curry. Los aromas se toman la cocina y los tomates en cubo se incorporan jugosos. Una pizca generosa de azúcar (para evitar la acidez), otro poco de sal y el seitán. Y el toque -que reconozco no fue de mi autoría: abundante sésamo tostado.
La salsa toma cuerpo y en menos de 5 minutos los capellini ya están al dente y rebozados en margarina. Todo al plato y a comer.
Al día siguiente, o sea, el día de la creación de este blog, la idea es repetirse el plato. Como las porciones bajan en cantidad, no así en calidad, se suman las ensaladas. Una de lechuga con pimentón y la deliciosa apio/palta. Todo marinado en limón, oliva puro, un toque de pimienta y el maravilloso sésamo. Y otra vez...a comer.
Fotos: llano